
Sus ojos se encontraron por última vez con los míos y los cerró. Empezé a llorar, empezé a gritar, no podía creer que con tan bellos momentos pasados con el, ya no habría más... ya no lo volvería a ver sonreir, ni correr, ni abrazarme... No lo volvería a besar. Creía que era una pesadilla, de la que no podía despetar. Quería con toda mi alma que derrepente me encontrara en mi habitación acabada de levantar por un mal sueño. Pero esperaba y esperaba y no ocurría, eso era verdad... y no podía creerlo y no quería creerlo.
Yo ya no volvería a ser persona porque ha muerto una parte de mi, ha muerto lo que más amaba en este mundo... Él!
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