Notaba como el agua de la lluvia se mezclaba con sus lágrimas, era un alma cansada de su alrededor, y de si misma. Drogada por sentimientos que la volvían loca, una soñadora muerta por culpa de palabras lanzados como puñetazos. No sabía a donde iba, de donde era, ni donde estaba. Era un alma perdida entre tanta superficialidad e hipocresía, perdida en un mundo que no sabía quererla.